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Los problemas cutáneos son el tipo de patología más frecuente motivo de consulta médica. Su carácter externo no debe confundirse con banalidad, pues en ocasiones pueden suponer un grave trastorno de la salud general, y lo que es seguro es que en su mayoría motivan repercusión estética que preocupa de forma importante al paciente. Además, ciertas alteraciones cutáneas pueden ser claves para sospechar precozmente la existencia de alteraciones internas, diagnosticarlas y tratarlas antes de que progresen.
La incidencia de los diferentes tipos de problemas cutáneos varía en gran medida en los distintos periodos de la vida:
Aparte de los trastornos hereditarios (ligados a alteraciones genéticas) y los congénitos (presentes en el momento del nacimiento), las patologías más frecuentes son:
- Dermatitis del pañal, seborreica infantil, y conretodo la dermatitis atópica.
- Infecciones víricas (molluscum contagiosum, verrugas), bacterianas (impétigo), o por hongos.
En este periodo van apareciendo los nevus y pueden iniciarse alteraciones de la pigmentación como el vitíligo o procesos inflamatorios como el psoriasis.
Destaca el acné, que puede ser de gran intensidad motivando grave repercusión emocional y motivar cicatrices residuales persistentes, evuitables mediante las actuales posibilidades terapéuticas.
Seborrea en cuero cabelludo, exceso de sudoración (hiperhidrosis) en axilas, palmas o plantas, estrías puberales, cicatrices queloideas, etc.
Los cuadros cutáneos motivo de consulta son muy variados. Son frecuentes las dermatitis de distinto origen (seborreica, de contacto, etc.); las caídas de cabello (alopecias): androgenética (tanto de patrón masculino como femenino), efluvio telógeno, etc.
Los proceso inflamatorios cutáneos como la psoriasis en sus distintas fomas y con grados muy variables de intensidad, el líquen plano, reacciones medicamentosas.
Las enfermedades venéreas o de transmisión sexual (condilomas, uretritis, sífilis, etc), no han desaparecido y son también motivo de consulta en ocasiones por parte de personas con actividad sexual.
Las lesiones tumorales son más frecuentes a partir de los 50 años, pero tampoco son excepcionales antes. Se comentan más extensamente en el apartado de cáncer cutáneo.
En general predominan los problemas relacionados con prurito, sequedad y atrofia de la piel, asi como las lesiones premalignas y malignas cutáneas.
Es también el periodo en el que más a menudo podemos observar lesiones ulcerosas generalmente en piernas de origen venoso, o menos a menudo arteriales.
A cualquier edad pueden ocurrir también multitud de procesos de tipo autoinmune, alérgico, infeccioso, etc.